Las dos partes de Ninfa Queer son en realidad dos libros, independientes y autónomos; unidades separadas por la intención y por el lenguaje. Mientras en Duelo hay un rico trabajo por la tensión que provoca la inasible palabra cuando es la pérdida y el miedo que se quiere expresar, Ninfas es un libro celebratorio del encuentro amoroso. Duelo, por tanto alude al doble sema de la palabra. Por una parte al origen de la necesidad expresiva y, por otra parte, al duelo-pelea que enfrenta este deseo con una palabra que no hace presencia. Así, este poemario es una interpelación a la "letra callada, /excedida en silencio" y, en este vacío la pérdida no cuaja; es una pérdida "despalabrada".